Las mañanas en el lado de oriente eran mucho mas cálidas y suaves
que al margen de los acantilados. Aunque Eython nunca había estado
en aquel lugar, los más viejos de la tribu aún recordaban cuando
fueron ellos los exiliados. Allí la tierra era rocosa y árida,
había poco pasto, y un enorme desierto se extendía a lo largo de
toda la región, dejando como único recurso de subsistencia la
pesca. Sin embargo ellos poseían árboles frutales,
ganado y habían aprendido a cultivar el trigo. Tenían mejores
barcos que los Asitas y navegaban hacía el continente, donde
comerciaban con otros pueblos. Eython pensaba afianzar las relaciones
comerciales y traer otras especies a la isla. Su padre una vez contó,
que en un pueblo del norte vio hombres montados sobre animales de
cabello largo veloces como el viento, más altos que él mismo y tan
nobles como un halcón. Pensaba plantearlo al consejo algún día,
pues ese no era el momento idóneo. Apartó la cortina de piel que
tapaba la entrada de la maloca y todos los presentes se pusieron en
pie para recibirlo. Avanzó ante ellos con solemnidad, como había
visto tantas veces hacer a su padre y se sentó en la silla del
Thaadasar. La asamblea dio comienzo y habló el anciano mayor.
—Oscuros tiempos se acercan. La victoria ha sido amarga y el pueblo
esta cansado. Ciento cincuenta hermanos han cruzado hacia las
tinieblas de la mano del dios de la muerte. Rezaremos por sus almas y
veneraremos a nuestros dioses.
—Debemos estar preparados. En estos momentos somos más vulnerables
y nuestros enemigos pueden aprovechar la situación —habló el
primer guerrero.
—Los Asitas han perdido a su líder y a su sucesor en una misma
batalla. No estarán en condiciones de preparar un nuevo ataque —dijo
uno de los ancianos.
—Argabar tiene razón —indicó el anciano mayor,— es tiempo de
buscar la paz. El adversario ha quedado en peores condiciones que
nosotros. Las guerras han mermado nuestra población. Necesitamos una
alianza entre las tribus.
Un murmullo de voces corrió por toda la estancia.
—Nunca hemos sellado un acuerdo desde que fuimos expulsados más
allá del límite —afirmó una voz que predominó sobre las demás.
El anciano mayor levantó las manos pidiendo silencio.
—Mandaremos un emisario con las condiciones de la tregua y
esperaremos la respuesta.
Eython intervino por primera vez para dar comienzo a las votaciones y
un escriba fue trascribiendo en la piel de un ternero el primer
tratado de paz de la nueva era, que finalmente, el Thaadasar firmó
mojando su dedo en sangre.
Esperemos que la paz llegue. Me está gustando mucho. Ahora toca esperar la próxima entrega.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias Margari, la semana que viene ya publico el desenlace... y no digo nada más :)
EliminarUn besote!
Me tengo que poner al día, me lo reservo para este finde, un beso!
ResponderEliminarNo te preocupes Meg, tómatelo con calma. Agradecida de que puedas dedicar un poquito a leerme.
EliminarMuchos besos
Ay, ay, ay. Tengo muchísima curiosidad por ver si logran la paz, la verdad es que creo que la merecen, que es cierto que no deberían seguir la guerra.
ResponderEliminarMe está gustando mucho, Abril.
¡Un besín!
Se aproxima un desenlace que no va por el camino que estais imaginando..., pero no digo nada...
EliminarBesos!
¿La semana que viene el desenlace? ¿ya? Pero si me tienes embobadita con esta historia en la que me meto en la ambientación con una facilidad asombrosa ¡quiero más! :)
ResponderEliminarGracias, saludos y enhorabuena (todo junto)
La sema que viene será un poco más largo, pero sí, termina la historia. Me alegro mucho que te guste. Ahora estoy trabajando en escribir relatos más extensos.
EliminarBesos!
Abril la historia está narrada con mucho detenimiento, los protagonistas y sus decisiones son los que llevan la trama de la historia, ahora firmarán la paz, esperemos al desenlace.
ResponderEliminarBesos.Una pequeña sugerencia de amiga, para que sea mas llevadera la lectura te aconsejaría que pusieras letra mas grande .
Puri
Gracias por tu sugerencia Puri. He hecho algún cambio, espero que ahora se lea mejor.
EliminarUn beso
Hola! Me encanta tu blog y escribes genial! Te invito a pasarte por el mío http://mariainwonderlandbook.blogspot.fr/
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y bienvenida María. Me he pasado por tu blog.
ResponderEliminarUn beso
Interesante relato. Muy apropiado para los tiempos que vivimos. Me ha gustadola el parráfo final donde se firma la paz en la piel del ternero. Pasaré para leer el final.
ResponderEliminarTe invito a pasar por el blog de josefa. Participo en un concurso y me gustaria tu participasión Votando mi candidatura.
Un beso Gracias anticipadas.
Muchas gracias por pasarte a leer. Es cierto que están de moda este tipo de historias ambientadas en reinos o pueblos antiguos, me apetecia escribir alguna, quizás también influenciada por alguna lectura.
EliminarUn abrazo