sábado, 6 de septiembre de 2014

Una muñeca






Era tan pequeña como un botón y había salido de una caja de costura. Estaba remendada con diminutos retales que habían ido sobrando para que luciera bonita en el vestido que estaba confeccionando la abuela. Tenía unos rizos rubios elaborados con hilos, una boquita en forma de sonrisa y un trajecito de cuadros. Cuando Martina la vio por primera vez, pensó que no existía muñeca más diminuta y besó a su abuela por el detalle. Le puso por nombre Lucecita, e iba a ser el centro de un cinturón rosa para un vestido blanco.
Todo eso sucedió cuando todavía las niñas llevaban colores alegres. Después los tiempos cambiaron; llegó la dictadura, sus padres desaparecieron y la abuela se durmió sin terminar el vestido. En el hospicio de San Antonio para señoritas la uniformaron con un sayo de lona gris. Se casó de negro, como la mayoría de mujeres humildes; y en un pliegue de los bajos, entre la enagua y la falda, cosió a Lucecita, para que también asistiera a la celebración.


15 comentarios:

  1. ¡Qué bonita manera de expresar una realidad tan dura y gris! Me ha encantado el detalle de la muñeca, escondida pero presente en la celebración.

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    1. Gracias por tu visita. Supongo que la muñeca era un recuerdo importante que le quedaba, como una parte de su abuela.
      Un abrazo

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  2. Un relato precioso Abril, lleno de emociones y de esperanza. Te echaba de menos.

    Besos.

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    1. Gracias Rita. Ahora que han terminado las vacaciones, a ver si me pongo al día.
      Besos

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  3. Hola Abril , te salió un relato encantador , lleno de ternura y semblanza de una época vivida por muchos con sus penurias y pequeñas alegrías compartidas como la de tu protagonista con su abuela.
    Besos y ya de vuelta toca ponerse las pilas que nos gusta leerte.
    Puri

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    1. Gracias Puri, para la próxima semana voy a publicar un relato por capítulos. A ver que tal...
      Un beso grande.

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  4. Me ha encantado! Con mucha ternura a pesar de ser una época dura, triste... Y bonito y simbólico el final.
    Besotes!!!

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    1. Gracias Margari! Es cierto que hay dureza en la vida que le toca vivir a Martina, pero he querido contarlo desde otro punto de vista.
      Un abrazo

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  5. Es tierno sobre todo. Muy Abril. ¡Menos mal que vuelvo a leerte! Tenemos que ponernos al día!
    Besos

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    1. Sí..., muy al día. Espero que hayas disfrutado mucho del verano. Nos veremos pronto.
      Besotes

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  6. Qué alegría saber de ti, voy volviendo a los hábitos poco a poco, un placer leerte, como siempre, qué elegancia y forma de transmitir. Un besote guapa.

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    1. Y un placer leer tus comentarios. Gracias.
      Lo dicho, nos tenemos que poner al día.
      Besotes

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  7. Un relato precioso que emociona. Besos

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