miércoles, 11 de mayo de 2016

El náufrago






El mar lo trajo y el mar se lo llevó. Apareció en la playa, envuelto en algas y casi desnudo. En la aldea, a lo largo de los años habían visto muchos náufragos. Llegaban deshidratados, con la cara quemada por el sol, algunos vivos y otros muchos muertos. Los habitantes de aquella zona del caribe estaban acostumbrados a tropezar con los cuerpos en las playas. María Zulaida se persignaba cada vez que veía un montículo varado en la arena. A veces solo era una tortuga gigante o los restos de un barco. Pero aquella mañana el mar había escupido un muchacho. Lo llevaron como a otros habían llevado antes a la enfermería del pueblo. El médico lo dio por sano después de que hubiera bebido y comido todo lo necesario. No sabía su nombre, tampoco recordaba qué había pasado. Su vida comenzó justo en el momento que levantó la cabeza en la orilla y vio a María persignándose con cara de espanto. Le dieron un tiempo prudencial. Ya había pasado otras veces, con otros náufragos, todos acababan recordando y volviendo a sus tierras, con sus familias y sus mujeres. Pero este seguía sin saber quién era y de dónde venía. Así que decidieron llamarle Marino porque el mar era todo lo que sabían de él. Lo adoptaron y le dieron un oficio. Ayudaba a los pescadores en la lonja porque nadie lo quería en su barco, pensaban que era de mal agüero llevar a un náufrago a bordo. “Lo que el mar trae el mar se lleva”, decían los más viejos. Incluso las mujeres, velando por su persona, no dejaban que se acercara a la orilla. “Eres hijo del mar, y las madres siempre vuelven por sus hijos”
Acabó casándose con María Zulaida porque decía que ella era su primer recuerdo y el último antes de irse a dormir. La familia de la novia puso reparos al compromiso, sobre todo la abuela, que sabía vaticinar el futuro en la forma de las nubes y en el sonido del viento. Pero como el amor solo es cosa de dos, finalmente celebraron la boda el día del solsticio de verano, por ser el más largo.
A media noche, como es tradición, los invitados se bañaron en el mar para limpiar las almas y atraer la buena suerte e incitaron a la novia que rodearon de flores. Marino cogió entonces en brazos a su mujer y se dirigió hacia el oleaje ante los gritos de los presentes.
Al contacto con el agua, María dejó de sentir los brazos que la sostenían y en vano buscó a su esposo entre las olas. Tal y como vino se fue.
Esta vez lo último que vio Marino antes de dormirse para siempre fue una luz que provenía de la superficie. Le vino a la memoria su nombre, su madre y su pasado, mientras una bandada de peces ascendían hacia la claridad y él se hundía lentamente hacia los fondos inexplorados del océano.
La gente del pueblo empezó a decir que la mar, muerta de celos se lo había llevado, y contaban la historia a sus hijas, para que no se casaran con los náufragos que seguían llegando a las orillas, envueltos en algas y desnudos, confundiéndose con tortugas marinas y despojos de barcos. 



Foto: 贝莉儿 NG


10 comentarios:

  1. Muy bonito Abril y muy triste, ese naufragó que vuelve al mar.
    Me ha gustado mucho como has contado esa vida prestada que finalmente la "madre" recupera, pobre Maria.
    Un saludo

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  2. Qué bonito! Y triste, como dice Conxita. El mar siempre recupera lo que es suyo...
    Besotes!!!

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  3. Me pareció hermosamente nostálgico, con mucho de magia y fábula.
    Qué bueno que vine a leerte.
    Un abrazo grande.
    HD

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  4. Un placer leerte Abril, ya te echaba de menos.

    Besos.

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  5. Una historia de mar y de amor. La mar celosa se lo arrebató a ella y ésta indefensa lo tuvo que dejar ir.
    Besos y fue un placer leerte.
    Puri

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  6. El mar es el mejor escritor que conozco, sus argumentos nos llevan entre las mareas.
    He disfrutado este relato.

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  7. Me encantó tu blog. Me quedo. Espero te guste el mío!! Saludos

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  8. Que historia tan bien narrada, tan llena de misterio y a la vez tan sencilla como las antiguas narraciones. Ha sido una lectura muy interesante y con un fin aunciado pero que no se espera que se cumpla.

    He estado ausente pero me reincorporaré enseguida, bueno ya volveremos a estar en contacto. Me ha dado alegría volver a leer lo que escribes. Un abrazo.

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  9. Hola, Abril... Te comento que te he nominado a un premio bloguero. Puedes informarte al respecto leyendo el siguiente post:
    http://elzocodelakkamanda.blogspot.com.es/2016/07/una-nueva-distincion-para-el-zoco-el.html

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