Cuando sopla el
viento en la ventana, hace un ruido como si pegaran a la puerta. Por eso, en
los días ventosos dejo la cristalera abierta, para que el aire sea bienvenido
en mi casa. Viene cargado de olor a mar, pero si llega de más lejos, trae
aromas de otras tierras, de otras gentes; silbando historias de otras vidas, de
otros mundos.
Anoche pegó en
mi ventana y lo dejé entrar. Al momento se llenó la sala de una brisa caliente.
Venía desde muy lejos. Tomé asiento dejándolo descansar de tan largo viaje. Comenzó
a susurrar un vientecillo que se fue transformando en historia.
El oasis de
Sihlav ha desaparecido, se ha llevado consigo los dátiles, las palmeras y el
agua. El viento ha recorrido la región, filtrándose en cada roca, en cada grano
de arena; subiendo cada duna sin encontrarlo. Le ha preguntado a los beduinos,
que han respondido que se lo ha llevado la guerra. Se han compadecido de su
suerte. Ya no tienen oasis donde descansar de sus viajes y el jefe del clan “el
sayyid” ha enfermado por la causa. Le
han preguntado al viento si conoce de un médico que cure sus males, pues no son
de la edad, ni de las penurias del desierto, sino de la conciencia. Ha perdido
a su hija. A su hija y al oasis.
El amor no
entiende de clanes, ni de rencillas familiares. El amor no atiende a las
razones de los viejos, ni a las prohibiciones de los padres. El oasis tampoco
entiende de esto. Desde tiempos remotos, por las leyes del desierto, está
prohibido que la guerra entre en el palmeral. La hija del “sayyid” huyo con un joven
del clan enemigo ocultándose en el oasis con la esperanza de preservar su amor
de la guerra.
Pero con la
entrada de las primeras armas, el desierto se lo tragó todo con ellos dentro.
Ni agua, ni palmeras, ni dátiles, ni amor. Sólo quedó arena.
El viento sigue
buscándolo recorriendo palmo a palmo la región arábiga, quizás lo encuentre en
otro lugar, en otro desierto, allí dónde dos jóvenes puedan amarse.
Me encantó, me gustan todos, pero este me llegó especialmente. Feliz Año nuevo compi, al final acaban las fiestas y no nos hemos visto, pero bueno, ya queda poco. Un besote, guapa!!
ResponderEliminarUn beso te compi! Y feliz año!
ResponderEliminarMuy bonito, me ha gustado mucho tu estilo. Me quedo por aquí para "cotillear" tus escritos.
ResponderEliminarBesos!
Encantada de que te pases por mi blog! Nos vemos en la esfera bloguera!
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